Julio de 2004
Encabezada por nuestro fundador Bryan, la familia Hurley invirtió los ahorros de toda una vida para poner la primera piedra de una moderna fábrica de utensilios de cocina y repostería en el sureste de Wisconsin, también conocido como el corazón de la fabricación americana de utensilios de cocina. Este audaz movimiento fue el mejor esfuerzo de la familia para proteger la industria y los puestos de trabajo fabricados en Estados Unidos. Si la familia hubiera trasladado la producción a China, como muchas otras empresas de la época, habrían visto aumentar sus beneficios en un 60%. Sin embargo, su apuesta mereció la pena, y sus instalaciones son ahora competitivas en costes con opciones similares en el extranjero.